Yak

Ya se me estaba pegando esa vieja costumbre de quejarme de absolutamente todo, pero con el tiempo (y con los chingadazos) espero que se me pase. Todavía, con tristeza, puedo comprobar que no he pasado de la misma situación de toda la vida en la cual me pongo en el mismo plan de siempre y no llego a ningún punto.

Es exactamente lo que me acaba de ocurrir en el párrafo anterior: no llego a ningún punto. Aunque siento que avanzo, la verdad es que no me muevo a ningún lado (probablemente eso me sucede debido a que estoy sentado escribiendo esta cosa). Debido a los problemas que actualmente afronta esta clase, tendré que preocuparme por la exposición que tengo que hacer, porque la verdad no tengo ni la más mínima idea de cómo la voy a hacer

Quiero comprarme un Yak, son una adaptación bovina natural montañesa muy simpática al frío, aunque pensándolo dos veces, supongo que deben de ser muy estorbosos, comer mucho, y apestar horrible. Por otro lado, tendría una fábrica de lácteos propia. Simplemente la flojera me absorbe. Es ahora cuando me doy cuenta que no debí de haber dejado mi hojota con forma de taco en vez de doblarla y doblarla como origami.

Las ventajas de ser un gandaya no son tan evidentes después de las seis de la tarde, igual y mi problema de percepción tiene que ver más con el cansancio que con la hora, pero por el momento no es algo que me vaya a poner a averiguar. Tal vez si pudiera alargar el tiempo, tendría alguna oportunidad de hacer las cosas más tranquilamente y meditarlas (ya ni siquiera a profundidad, simplemente meditarlas).

El sol de primavera es muy cálido y suave, mucho más convincente que el sol de invierno. ¡Hasta que por fin se conecta esa mujer! Después de que su madre la había casi atado a su cama, pensé que no iba a volver a saber nada de ella al menos hasta el mes próximo, pero con las mañas de escapista que tiene, todo fue más rápido de lo que pensé.

Por el momento tal vez el silencio sea igual de malo que el ruido para pensar. Mi punto de vista al respecto, al menos hasta ayer, era que resulta mejor el silencio que el ruido para pensar, pero me acabo de dar cuenta que da exactamente lo mismo. No sé desde hace cuanto tiempo me sucede así, pero es algo raro.

Creo que cuando las cosas se necesitan es cuando menos funcionan. Es algo de lo que me acabo de dar cuenta como de lo anterior. Al menos el papel no me falla, y menos cuando te lo acabas de comer. Eso al menos evitó que todo mundo se diera cuenta de que no me gustaba mi número.

Las exposiciones están a punto de empezar. Vamos a ver qué pasa.

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