A ver...

En la continuación de la entrada anterior, (dígase esta) hablaré sobre la paz social en las comunidades rurales. Comenzaré explicando el porqué de mi elección de las comunidades rurales, al menos al respecto de este tema. Todo comienza en mi adolescencia, en una temporada de ir muy seguido a un pueblo apartado del mundo, cerca de una montaña muy alta en el campo, en donde la gente siempre estaba haciendo nada y el parque estaba a veces con 2 o 3 parejas, algunos niños jugando dentro del atrio de la iglesia

Recuerdo esos días como si fueran ayer. Los días estaban llenos del aroma de los nogales y de las jacarandas en flor, que junto con el sonido del riachuelo junto al campo, hacía de la escena un conjunto insuperable. A veces el sol quemaba con fuerza, pero inmediatamente las nubes templaban el clima, y hacían llover de manera increíble junto a una carretera coronada por las altas copas de los arboles. Cuando era tarde, el cielo se tornaba naranja, e inundaba con su luz a los pequeños bosques y a los campos de cultivo. Al llegar la noche, las calles se tornaban en laberintos desiertos y tétricos donde, sin embargo, se podía respirar la paz como si fuera aire fresco de la mañana.

Ahora que ya desahogué tanta cosa que traía atorada en la melancolía perenne de los recuerdos de cosas imposibles, hablaré acerca de las características de este lugar. Para empezar, la población del pueblo era de 2000 personas, de las cuales la mayoría se dedica al cultivo y a trabajar en la capital de mi Estado en el sector de servicios. Otra pequeña parte se dedica al clero y al gobierno, así como al comercio. En el pueblo en cuestión, había una cierta cantidad de tiendas de todo tipo de cosas, separadas entre sí. Las edades de la población estaban distribuidas de manera más o menos equitativa, a la vez que los servicios de salud y educación eran bastante aceptables. Los servicios públicos también tenían una calidad, que aunque no era de primer mundo, no era desdeñable. En el pueblo no había ningún tipo pobreza extrema ni indigencia.

El grado de educación no era elevado, pero no había ningún tipo de analfabetismo. Al respecto de la ideología predominante y la religión, era evidente para todos el fuerte catolicismo y conservadurismo, aunque en la práctica la tolerancia a otras religiones, ideologías y preferencias sexuales era la regla general. Eso impedía que de una u otra manera permearan ideologías nuevas y procesos nuevos que alteraran el orden establecido, incluso era difícil que la ideología de mercado se asentara entre los habitantes.

La ubicación geográfica del pueblo no era nada mala, ya que estaba a 45 minutos de la capital del Estado (a la vez una ciudad pequeña), teniendo carreteras accesibles y transporte público regular, lo que implicaba que, a pesar de que el pueblo se encontraba relativamente en un lugar tranquilo, no estaba alejado ni mucho menos en un lugar de difícil acceso, por lo que no estaba marginado. Al estar en un lugar que no era ni de tránsito de drogas, ni en una zona industrial, ni nada por el estilo, no había problemas al respecto de algún tipo de inseguridad debida al crimen organizado ni al desarrollo desigual.

del clima.. social

En un día como hoy pero del año 2, supongo que pasó lo mismo que todos los días: salió el sol, se hizo la luz, nació gente, murió gente, se enamoraron y se desenamoraron, hubo injusticias, se ocultó el sol y se hizo de noche. Lo mismo pasó el año pasado, ayer y cuando construyeron la muralla china, y así pasará durante mucho tiempo, se acabará un día y sucederá otro, así tan simple.

Las cosas no han cambiado mucho realmente por aquí hace tiempo. Digo, al menos desde que el hombre es hombre, sale el sol, la gente se mata y se enamora (bueno, al menos se casan y tienen hijos), comen, abusan unos de otros, conquistan al otro y así. Durante todo el transcurso de los años, lo único que realmente ha cambiado es la moral, o la idea de moral, aunque aún así es discutible tal idea.

Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha dominado al hombre, y mientras más seres humanos haya en un solo lugar, existe una dominación más marcada. Al parecer las aglomeraciones humanas son más pacíficas mientras menos personas estén viviendo ahí, aunque también hay excepciones a la regla. Ciudades como Montreal y Tokio son muy seguras a pesar de que concentran a grandes cantidades de población, aunque claro, los índices de pobreza son mucho menores que los que existen en ciudades como Medellín o Ciudad del Cabo.

Definitivamente, la pobreza es, junto con la desigualdad, el gran detonador del conflicto social. El conflicto del poder es inherente al ser humano, así como su ambición, pero la pobreza es cuestión aparte. Pareciera que ese lastre, del cual nunca nos vamos a poder deshacer, es el principal causante de la avaricia y la inseguridad. Efectivamente, en las sociedades donde existe una mejor distribución de la riqueza y un mayor nivel de vida, el nivel delictivo es relativamente bajo.

Y digo los dos factores, juntos, como parte de un mismo ente. Hay ciudades donde, aunque existe un buen nivel de vida, la distribución de la riqueza es desigual, lo cual genera una explosión y degradación social. Ejemplo de lo anterior es la ciudad de Nueva Orleans, donde a pesar de existir un buen nivel de vida (evidentemente, mejor que el promedio latinoamericano), la violencia social alcanza niveles altos. Y Nueva Orleans solo es un caso entre muchos de la Unión Americana, donde el estado de conflicto social entre las clases bajas y las clases altas es frecuente, aunque, debido a una identidad de clase degradada y sustituida por el “sueño americano”, así como un mayor grado de movilidad social, no existe un verdadero espíritu de lucha social

Algo que no me deja de llamar la atención es la relativa paz que existe en las ciudades pequeñas o pueblos. En general, los pueblos son más pacíficos que las ciudades, aunque no es una regla infalible, ya que hay pueblos en los cuales el narcotráfico, la lucha por la tierra o por reivindicaciones ancestrales, así como conflictos étnicos y religiosos provocan un grado alto de conflicto. En mi próxima entrada hablaré sobre las condiciones sobre las cuales una sociedad se puede mantener en relativa paz social, aunque lo que todavía no tengo bien claro es si hablaré de las sociedades rurales o urbanas.


El coloso con pies de barro

La ciudad se extiende como un coloso inmenso para cualquier lado a donde dirija la mirada, y parece que cada día crece más y más. Ya no sé si su inmensidad radica en su tamaño, en las cosas que tiene, en sus habitantes o en todas sus historias. Tal vez es una cuestión de apreciación y criterios, dígase, del punto de vista de cada quien.

Sea en el día o en la noche, la vista que ofrece es imponente. A mí en lo personal me gusta más cómo se ve en la noche, con todas sus luces por todos lados, y no solo en la profundidad del horizonte, sino también para los cielos. Cuando llueve y caen truenos, en vez de que las luces suban, bajan a la tierra, y a veces con tal intensidad y luz que iluminan el firmamento como si fuera de día.

Otra cosa que me gusta de las ciudades (que no de la ciudad), es la manera en la que se distribuyen. Una de las muchas cosas que hace que una ciudad se haga más llamativa, o que simplemente tenga un “espíritu” distintivo, es la distribución de su espacio. La luz es algo que de una u otra manera solo se nota de noche, pero la distribución del espacio es un hecho constante y permanente, y no importa si sea de día o de noche, es algo que siempre afecta todo lo que sucede en la ciudad: desde los habitantes hasta el medio ambiente, pasando por la calidad de vida, la recreación y el tráfico.

Aunque actualmente existe una tendencia hacia la simplificación y optimización de las vías de comunicaciones y transportes, se deja de lado la estética. Tal vez, después de mucho tiempo de que nuestras sociedades convivan con los modelos de la arquitectura y la ingeniería funcional, adapten su estética a sus necesidades, pero mientras eso no pase, seguirá existiendo un vacío en las necesidades y propiedades estéticas de las ciudades.

Por otro lado pienso que la estética moderna es como el conocimiento: surge en su estado puro, se mezcla, se complementa de manera dialógica y produce algo nuevo y diferente. Es lo que sin duda pasa en muchas ciudades donde se encuentra edificios muy antiguos junto a otros de estilo contemporáneo. El hecho de que las diferentes tendencias estéticas se mezclen, no implica que las todo lo que se mezcla es estético, y es ahí donde encuentro el gran problema, en donde incluso el gobierno tiene gran parte de la culpa.

El gobierno es, sin duda, el primer responsable de la imagen urbana, que para la mayoría de los políticos no va más allá de plantar árboles a lo tonto por todos lados y tirar basura. La imagen urbana va mucho más lejos. Sin duda, la distribución y el cuidado del espacio, de la imagen urbana y de la estética van más allá de una concepción simplista, y cuando se ve en un sentido amplio, se comprende porque son tan necesarias para mantener e incrementar la calidad de vida de los habitantes de una ciudad. Es más fácil que con parques, los niños salgan a jugar y las personas socialicen, que con calles más limpias, haya menos riesgo de enfermedades infecciosas, que con una implementación de la imagen urbana, los recuerdos y las vivencias de las personas sean más agradables, y menos estresante el ritmo de vida, sobre todo en las ciudades, que como la que estoy viendo, son gigantes con pies de barro (y manos de ladrillo, cabezas de piedra y corazones de acero).

Administración

De pronto resulta más importante de lo que parece la administración del tiempo, aunque una noche lluviosa en medio de un lugar que podría ser la perfecta residencia de la nada no es el referente perfecto para pensar acerca de lo anterior. En frente de mí, se tiene un río de luz y de hierro, rodeado de arboles y moles de piedra y ladrillo, y alrededor, todo es oscuridad y agua en el cielo.
Sin duda, la manera más obvia de darle valor al tiempo, es perderlo, como ahora. Aunque bueno, ciertamente resulta difícil pensar acerca de lo que significa perder el tiempo. A diferencia de los cosas físicas, el tiempo no se pierde y se puede volver a encontrar. No sé si la frase “perder el tiempo” funcione igual que la frase “perder la vida”, “perder los bríos” o “perder la calma”. Cuando se pierden las cosas, de una u otra manera queda alguna oportunidad de volverlas a encontrar, pero cuando se pierde algo como el tiempo, no es posible hacer lo mismo.
Hay una novela llamada “en busca del tiempo perdido” que fue escrita por no me acuerdo como se llama, pero que al parecer es muy larga. Supongo que tal vez leerla sea una pérdida de tiempo, pero en lo que encuentre el tiempo que probablemente haya perdido en leer tal novela, me habré dado cuenta si valió la pena o no. Como se pueden dar cuenta, acabo de exhibir mi ignorancia en el amplio sentido de la palabra.
Regresando al tema del rio (en el cual estoy perdiendo el tiempo), me doy cuenta que el sonido que produce es completamente diferente al de los demás ríos, y en vez de relajar al que lo escucha, lo estresa más. No hay peces, pero hay criaturas inmensas que, como en una estampa del infierno de Dante, llevan seres humanos en sus entrañas, transparentes a medias, y vivos. Pero a diferencia de ese rio (de cuyo nombre no me acuerdo), este rio no está lleno de muerte, sino de vida, vida que va a todos lados, que choca, que se extermina y se recrea a cada instante en diferentes partes y formas. Vida pura.
Gracias a la lluvia, el olor que emite el río es parecido al de un rio normal, y hasta tiene agua, aunque no la suficiente, lo cual resulta ser muy bueno ya que si la tuviera, en verdad nos metería en problemas. Con el agua arriba, el río se pararía, y entonces empezaría a existir un rio de verdad. Este rio evoca en mí los recuerdos más profundos, aunque tal vez no es el río.
Lo más probable es que son las circunstancias lo que provocan que mis recuerdos surjan y me asedien a cada instante. Eso me regresa a lo primero que pensé, a la búsqueda del tiempo perdido, y me hace pensar que tal vez, y sólo tal vez, los recuerdos son la forma más directa de ir en busca del tiempo perdido. Por otro lado, y en el caso de una persona sumamente ocupada (o preocupada), recordar sólo sea perder más y más tiempo.
Ahora mismo podría estar perdiendo el tiempo, pero al menos lo puedo perder y no lo puedo comprar y vender. Bueno, sí, pero no el mío. Puedo comprar el tiempo aire de telcel, el tiempo en un café internet, el tiempo en una asesoría profesional de no sé qué y un montón de tiempos más, pero el tiempo más importante, el que genera recuerdos, todavía no se puede comprar, ¿O será que me estoy equivocando?



Un altro giorno

Me imagino de pronto a las frutas cuando se les acaba de exprimir el jugo, y con la imagen en mi cabeza, identifico las diferentes partes de la fruta: las semillas, la cascara, la pulpa y así (el “así” implica mi ignorancia sobre los nombres de las partes de las frutas). Con esa misma imagen en mi cabeza veo, junto a las frutas exprimidas, diferentes vasos de jugo de diferentes colores, dependiendo del color de la fruta del cual se haya sacado, y entonces, mi razonamiento entra en problemas.

Hasta cuando dije lo de las frutas, todo era paz y armonía, pero de pronto me acabo de dar cuenta de que no siempre va quedar la fruta seca cuando se hagan los jugos de las frutas. El caso del jugo de Sandía, el de papaya y el de Melón son paradigmáticos a mi ejemplo. Ahora que lo pienso, tal vez lo que pasa es que esas tres frutas son muy grandes como para exprimirlas, pero eso no es un pretexto. Otra alternativa podría ser que eso se deba a que las 3 son frutas dulces (no son para nada ácidas), pero eso no aclaraba nada.

¿Y qué hacer al respecto de las nueces? ¿Las podría considerar como frutas? Y si fuera así, ¿Cómo carajo les podía sacar el jugo? ¿O me tendría que conformar con sacarles el aceite esencial? Tal vez de ahora en adelante tendría que ordenar todos los tipos de frutas y los tipos de extractos que de ellas podría conseguir. Tenemos en primer lugar a las frutas que se les puede extraer jugo como tal, dígase de prácticamente todos los cítricos (menos las fresas). Después tenemos a las frutas que en vez de extraérseles jugo como tal, se les licua con un poco de agua y se extrae agua de la fruta (la amplia mayoría de las frutas, sean grandes o chiquitas) y, por último, las nueces y otras frutos duros de los cuales se extraían aceites destilados.

De nuevo parecía que todo estaba en orden, pero como siempre, de nuevo otro problema: las uvas, y bueno ¿Qué podía hacer con las malditas uvas? Si es cierto que existe el jugo de uva (que ni idea de cómo se saque) pero entonces ¿Qué hago con el vino? Digo, de una u otra manera es extracto de la uva, pero no es exactamente vino, aunque se le parece mucho. Y eso para empezar, porque con el vino venían también toda la bola de licores frutales que sabrá Dios de donde salieron.

De los problemas técnicos podría pasar lentamente a los problemas filosóficos. De pronto se me presentaba la pregunta de ¿Qué es el jugo? O más bien ¿Qué características debería tener algo para ser considerado como tal? Lo primero que pensé fue algo como “pues tiene que ser un líquido que salga después de haber exprimido algo”. Entonces volví a darme de topes contra la pared porque me acordé que también la carne tiene “jugo”. Tenía que buscar otra explicación

A ver, si los jugos no son como los destilados, y por lo visto, tampoco son únicamente provenientes de los vegetales, entonces cual era su característica común a todos. Tenía que todos eran líquidos, que todos eran extraídos de otro cuerpo por un medio más o menos fácil y que además conservaban más o menos las propiedades alimenticias del cuerpo del cual se habían extraído.

Creo que por fin había resuelto mi conflicto existencial acerca del jugo. Después de ese ejercicio mental para perder el tiempo ya me dio sed, creo que me tomaré un jugo.


Yak

Ya se me estaba pegando esa vieja costumbre de quejarme de absolutamente todo, pero con el tiempo (y con los chingadazos) espero que se me pase. Todavía, con tristeza, puedo comprobar que no he pasado de la misma situación de toda la vida en la cual me pongo en el mismo plan de siempre y no llego a ningún punto.

Es exactamente lo que me acaba de ocurrir en el párrafo anterior: no llego a ningún punto. Aunque siento que avanzo, la verdad es que no me muevo a ningún lado (probablemente eso me sucede debido a que estoy sentado escribiendo esta cosa). Debido a los problemas que actualmente afronta esta clase, tendré que preocuparme por la exposición que tengo que hacer, porque la verdad no tengo ni la más mínima idea de cómo la voy a hacer

Quiero comprarme un Yak, son una adaptación bovina natural montañesa muy simpática al frío, aunque pensándolo dos veces, supongo que deben de ser muy estorbosos, comer mucho, y apestar horrible. Por otro lado, tendría una fábrica de lácteos propia. Simplemente la flojera me absorbe. Es ahora cuando me doy cuenta que no debí de haber dejado mi hojota con forma de taco en vez de doblarla y doblarla como origami.

Las ventajas de ser un gandaya no son tan evidentes después de las seis de la tarde, igual y mi problema de percepción tiene que ver más con el cansancio que con la hora, pero por el momento no es algo que me vaya a poner a averiguar. Tal vez si pudiera alargar el tiempo, tendría alguna oportunidad de hacer las cosas más tranquilamente y meditarlas (ya ni siquiera a profundidad, simplemente meditarlas).

El sol de primavera es muy cálido y suave, mucho más convincente que el sol de invierno. ¡Hasta que por fin se conecta esa mujer! Después de que su madre la había casi atado a su cama, pensé que no iba a volver a saber nada de ella al menos hasta el mes próximo, pero con las mañas de escapista que tiene, todo fue más rápido de lo que pensé.

Por el momento tal vez el silencio sea igual de malo que el ruido para pensar. Mi punto de vista al respecto, al menos hasta ayer, era que resulta mejor el silencio que el ruido para pensar, pero me acabo de dar cuenta que da exactamente lo mismo. No sé desde hace cuanto tiempo me sucede así, pero es algo raro.

Creo que cuando las cosas se necesitan es cuando menos funcionan. Es algo de lo que me acabo de dar cuenta como de lo anterior. Al menos el papel no me falla, y menos cuando te lo acabas de comer. Eso al menos evitó que todo mundo se diera cuenta de que no me gustaba mi número.

Las exposiciones están a punto de empezar. Vamos a ver qué pasa.

Notas

Con el inicio de la primavera, aumenta el calor, y por lo tanto, las ganas de no pararse para ir a la escuela. Creo que no solo los sólidos se dilaten con el incremento de temperatura, sino que hasta los sonidos: parece que todas las voces se vuelven más graves, más intensas y más prolongadas en su duración.

Incluso parece que el mundo creyó que el verano se había adelantado, y con él, el final de semestre con todo lo que implica. En lo personal el único final de semestre que en verdad se me ha dificultado fue el del semestre pasado, pero de ahí en fuera, siempre he pensado que la parte más difícil del semestre no es el final, sino la mitad. Al parece la excepción del año pasado no hizo más que confirmar la regla, porque esta mitad de semestre pinta para estar muy complicada.

Al menos la gripa ya cedió un poco. Eso es muy bueno porque de ahora en adelante ya sabré que si me da flojera será natural y no por causa de alguna enfermedad oportunista. Es horrible tener gripa exactamente cuando uno está más ocupado y con más preocupaciones (en todos los sentidos).

Ya no sé si ponerme o quitarme mi sudadera: si me la quito me da frío y si me la pongo sudo y me termina dando frío de todos modos. Igual se me va a quitar el frío tarde o temprano, cuando haga más calor y me aclimate. Por fin parece que va a empezar con una descripción, así que creo que ya es hora de despertarme y dejar de pensar en cómo dormirme sin que nadie se de cuenta.

A veces la mente se queda en blanco y es difícil pensar en la siguiente palabra. Es como un reto contra la hoja en la cual cada palabra, incluso cada letra es una victoria contra el vacío, como si no importara el contenido ni la razón de ser de las palabras, porque su razón ser existir es esa: existir, ser, no dejar que el vacío se apodere de todo, hacer que ceda cada vez más ante el progreso de los símbolos, lo que sea que eso signifique.

Como siempre, el tema del blog del día de hoy (como apenas me di cuenta) es divagar sobre lo primero que tenga en la cabeza. La verdad es que por el momento no tengo ningún tema en especial del cual me mate de la felicidad comentar. Tampoco tengo ningún interés de hablar de alguna noticia o algo por el estilo, porque sé que me tardaría la vida luchando contra la barbarie del vacío y la blancura de la hoja.

Aunque las palabras plasmadas en una hoja le dan sentido a la hoja por si mismas (le otorgan su razón de ser), también la laceran y la marcan. La tinta siempre va a ser tinta, y al fin y al cabo, es un tatuaje que queda grabado por siempre en la piel del papel, algo que nunca se va a quitar, y que va determinar para la posteridad su esencia.

Tal vez una hoja escrita a mano (sea una carta, un documento, cualquier cosa), tiene un valor artístico intrínseco que se nota en la fuerza de los trazos, los colores, la limpieza de la tinta, la combinación de los colores, el fondo del papel, el estilo, la fuente, el idioma, el grosor de la tinta, el alfabeto, el mensaje. Para mi gusto, podría ser parte de la apreciación poética la apreciación de la belleza y la estética de los escritos (más por su forma física que por su contenido literario).

Enfermizo

Cuando estoy enfermo no escucho prácticamente nada, y hoy es un día de esos. Creo que por haber estado sin chamarra durante algunas tardes algo frías, (además del cambio de clima entre Tlaxcala y la Ciudad de México) se me pegó la maldita gripa. Es como si todo se volviera muy burocrático, sólo hace uno las cosas por hacerlas, y después de lo que se hace sigue algo más por hacer, como estar encerrado en un edificio con puertas que llevan a más puertas que llevan a más y más y más puertas , sin ningún sentido.

Las horas pasan, pero no son, simplemente sólo existen pero no por alguna razón. Cuando uno no tiene nada que hacer y no se puede concentrar, tal vez es mejor idea escribir o dormir, pero como quedarme dormido a mitad de mi clase de Europa no era la opción, prefiero escribir.

Por el momento hay una discusión acerca de la necesidad de entregar o no cuadros. Si no los entregáramos, entonces tendríamos que leer más. Probablemente habría una lista de libros a libre elección. Un libro es igual a un punto, eso también podría ser una buena idea.

Incluso cuando llegue a mi casa me pondré a hacer más tarea, aunque por el momento estoy completamente ausente de cualquier cosa y de cualquier postura externa, aunque tengo que aceptar que me choca ver que algunas posturas son sumamente contradictorias, esos son los momentos en los cuales regreso en mí.

Al final todos llegaron a uno de esos acuerdos de minorías donde nadie hace nada, o más bien donde cada quien hace lo que se le dé la gana, y eso me gusta mucho. Al menos puedo agarrar algún plan con maña de esos en los que ya me estoy volviendo experto. Hubo un punto donde el debate se volví muy acalorado, y como se volvió muy acalorado, me alejé de él porque los cambios bruscos de temperatura no me ayudan con mi gripa.

Ahora, después de mucho tiempo, sólo me quedan quince minutos antes de irme a dormir. Esta semana tendré que empezar a pensar en las posibles maneras de optimizar mi tiempo, sobre todo al respecto de mis tareas. De pronto aparecieron un montón de cosas que hacer, después de unas vacaciones fingidas (en otras escuelas dan otra semana más).

Creo que me mata de la envidia saber que una buena cantidad de mis amigos todavía están en sus vacaciones mientras yo ya estoy metido en la escuela y con un montón de cosas que hacer. Mañana seguiré con ese montón de cosas que hacer que no sé ni por dónde empezar a organizar.

En ocho horas pasaran algunas cosas: Invariablemente, será otro día, tendré que volverme a despertar y, como novedad, tomarme una pastilla contra el resfriado. Hasta el momento tal vez no esté bien, pero al menos no estoy tan mal y tan perdido como pensé que iba a estar.