¡Hola!

Ahora, en este hermoso espacio para la duda y para la paranoia me acaba de surgir una nueva pregunta acerca de los blogs, la cual es ¿Cuánto tengo que escribir por entrada? Ya no s si tengo que escribir como tarado unas 300 líneas para que, si Dios quiere o algún otro ente marciano, una o dos líneas tengan sentido. Y no lo digo porque esté en contra de las personas que escriben mucho, es más, me encanta leerlas, lo digo porque soy demasiado torpe para esta clase de cosas y con la capacidad de escribir un libro lleno de estupideces sin decir absolutamente nada.

De esta manera, el miedo se apodera de este espacio y ahora no se que poner. Igual podría planear la solución a todos los problemas del planeta, hablar del calentamiento global, insultar hasta a mi perico o proponer un cambio de horario o de gobierno o un día nacional de aventar un pastel de crema de limón a un perro café en la calle. Por otra parte, me aterra el hecho del plagio: aunque sé que sería invariablemente lejano el hecho de que alguien llegue a tener los mismos contenidos banales que yo en la misma lengua además, podría llegar a suceder.

Como verán (Si es que alguien ve esto), este espacio está consagrado a dos cosas: al clima y a otra que honestamente no me acuerdo pero casi apuesto que está libre de contenido intelectual o cualquier otra cosa que parezca interesante. Tal vez decida hablar del impacto de la canción que va algo así como "un elefante se columpiaba sobre la tela..." en la investigación epistemológica neorrealista teórica en las Relaciones Internacionales, pero eso sería una posibilidad muy lejana para aportar algo al conocimiento (aja, como no). Tal vez decida hablar de mis emociones irracionales y de adolescente en conflicto o llenarlo de nimiedades como esta, o todavía peor, escribir esa clase de cosas que ponen en el twitter, que miedo ¿no?

La clase me gusta. No participé mucho la anterior porque honestamente mi capacidad de retención pasa actualmente por un cambio de no se qué, pero quería decir algo. Ahora que leí lo de Ecco (o como se escriba su nombre ¿Si cometo una falla de ortografía en italiano también vale?) me encuentro en la disyuntiva (una de esas palabras grandilocuentes que escucho en la facultad como quien dice "me comí un taco de canasta") de no saber si escribir mi tesis sobre el tema europeo que ya había elegido o mejor hacer algo más fácil que me llama más la atención: una recopilación monográfica sobre las guerras napoleónicas. La verdad no quiero hacer el análisis de la vida ni revolucionar el mundo, pero eso me gusta mucho y me sentiría muy satisfecho.

El día de hoy está nublado, pero también hay Sol, lo cual puede sonar contradictorio, pero es que aquí en el pueblo al final del mundo donde estoy esta así el clima. El caballo que vive en la casa del vecino (no es una de esas figuras surrealistas, en verdad hay un caballo dentro de la casa de mi vecino) parece estar feliz con el clima y esta relinchando bastante .En frente de mi casa hay aire, y eso lo dudo porque ni el aire se viene a parar por aquí, debido a que la subida en la que está mi casa está tan inclinada que nadie quiere subir. No me puedo quejar, el ambiente es fresco y limpio, y no se escucha o percibe todo el ruido de la Ciudad de México. Espero que llueva.

El libro de Ende me gustó mucho, pero probablemente hubiera sido mejor no haberlo leído nunca. Ah, no sé cómo explicarlo, pero esas metáforas son muy pesadas, y a la vez tan reales (si, seguro, sobre todo porque hay catedrales de dinero con mujeres desnudas diciendo necedades encima de un órgano por todas partes). Aún así, esa clase de cosas se ven todo el tiempo por todos lados, y resulta tan difícil identificarse con un personaje, porque al final puedes llegarte a sentir identificado con todos por un momento.

Les hablaría de algo más interesante si es que tuviera algo interesante que decir, pero mientras les digo que no tengo nada interesante que decir. Una última pregunta ¿A quién le digo esto, además de las profesoras adjuntas?
¡Ja! Estoy a mitad de la clase de taller de relaciones internacionales y haciendo mi blog a esta hora. La profesora adjunta dice algunas precisiones sobre el blog y la clase, lo que está bien para que no siga escribiendo las mismas necedades aquí. Ya me resolvió el problema del blog, jaja, y me doy cuenta que soy medio olvidadizo porque no le dí mi dirección del blog. Espero que no se me olvide dárselo esta vez

Cambiando radicalmente de tema, la participación en la clase de negociaciones internacionales el día de hoy no me gustó mucho. ¿Será porque no participé? eso sería muy ególatra, pero no, no fue por eso. No es que las participaciones hayan sido malas, sino que mi subjetividad no me permitió analizar, y en algunos casos, ni siquiera escuchar los argumentos de la clase. Fue terrible, pero así fue, y además, el tema fue interesante, ya que versaba sobre la política exterior estadounidense y el papel de Obama, o el rumbo que está tomando, o como se diga. La verdad no tengo ganas ahora de hablar de eso, así que no lo hare.

Está nublado. Como siempre en esta hora en esta clase. Es una lástima porque es la clase que más me gusta. El clima de mañana, pues no lo se.
¡Hola!

La verdad es que no se sobre que escribir. Hace rato, cuando estaba en el camión, tenía una ligera idea de que poner. En primer lugar no sé cómo publicar esto en el blog de la clase, honestamente me gustaría pero creo que es algo que preguntaré mañana en la clase. Por otro lado, me gusto leer la lectura que la profesora dejó (aunque sé que no tiene mucha relación un tema con el otro, no me importa), pero creo que ya me movió el tapete con respecto a mi tesis. Debo de delimitar el tema ya, mientras más rápido, mejor. No sé si hacerla de compilación sobre algo del S.XVIII o sobre lo que ya tenía, pero supongo que agarraré la segunda opción. Finalmente(y, estúpidamente, no por último), como mi blog trata del clima, pondré que hubo un día soleado y parcialmente caluroso como para mentar madres. Ah, por cierto, todavía no estoy en la lista del grupo en el blog de tallerdeinvestigacionrrii. Creo que les diré mañana. Espero que las próximas entradas sean un poco más profundas, no lo suficiente como para ahogarse, pero no tan superficiales como éste.