Sin objetivo

Esto es lo primero que hago en todo el día. No tengo ganas de hacer nada, pero mejor me voy resignando que tengo que hacer cosas, y son muchas. Cuesta mucho trabajo empezar a hacer algo nuevo cuando no se tiene la más mínima fuerza para tan siquiera empezar. Esa es la situación en la que me encuentro, ni más ni menos.

Debería de empezar a hablar de algo interesante, pero no. Mejor no. No tiene sentido en este instante al menos para mis ojos y para mis dedos. Preferiría preguntar ¿Qué tan efectivas resultan las rodajas de pepino en los ojos? En verdad necesito unas.

Me acabo de despertar como por cuarta vez en el día. Simplemente me niego a hacer las cosas, pero igual las voy a hacer. Y lo primero que quiero terminar es esto y mi índice tentativo de tesis. Es simplemente una situación insoportable el tener que hacer las cosas pero no querer hacerlas por un no sé qué que qué sé yo.

Inclusive cuento cada línea de éste escrito esperando a que sea la última. Mi cabeza no tiene la más mínima idea de que poner y repite y repite todo lo que puede. Estoy seco de ideas y simplemente vacío de creatividad. Preferiría solamente escuchar música ligera y esperar a que el tiempo pasara y pasara y se fuera.

Pero no. Las cosas no son así. El mundo no funciona así. Yo mismo de un tiempo para acá ya no funciono así.

En verdad es triste y patético tanto lamento, pero a veces es necesario. Es hora de empezar a terminar con lo que un día se comenzó.

0 comentarios:

Publicar un comentario