Egipto

Resulta que yo pensaba que ya era suficiente con cumplir con los requisitos cuantitativos acerca del número de entradas en el blog. Por lo visto, no fue así. Bueno, en parte es bueno porque éste ha sido el espacio a lo largo del semestre para desquitar todo mi stress; sin embargo, esta semana tenía muchos trabajos finales (los cuales ya casi están acabados).

Por alguna extraña razón me encuentro inmerso en una sala de café en el centro de la ciudad de México. A pesar de que es un lugar bastante agradable, después de todo el tiempo que ya llevo acá, mi opinión no es la misma. Simplemente es demasiado, en verdad. No sé cuantas tazas de café llevo pero son más de 5, de eso estoy seguro.

Todavía no terminamos el trabajo. En verdad que es mucho. Hace como 3 horas de lo último que escribí. Ahora que ya comí y estoy en un lugar mucho más hospitalario, me siento más relajado. Sigo pensando que ésta es una de las tareas que más me gusta hacer. Al menos puedo respirar tranquilo sin estar pensando en pendejada y media por un buen rato.

En este instante lo de la revista se encuentra en proceso. Está quedando muy bien en verdad (al menos esa es mi opinión) y considero que va a quedar simplemente de maravilla. Ahora no sé cómo van a quedar mis tareas. Acerca de lo que sí estoy un poco más preocupado es el trabajo final de negociaciones; no porque vaya a quedar mal, sino porque no sé como vaya a quedar.

Esta es la hora de la hueva, y que si no. Pareciera que la pereza inunda todo el espacio disponible y cerca a todo lo que se encuentra cerca. Hasta los dedos pesan más al escribir, hasta el Sol parece que con cada rayo anuncia que el siguiente instante será más pesado y flojo que el siguiente. Son tantas mis ganas por postergar el siguiente acto que parece que hago todo lo posible por no hacer nada. En verdad que no quiero, y es tan así que escucho una cosa y sigo, leo otra y sigo, me pongo a pensar en la inmortalidad del cangrejo y sigo. No quiero, me niego rotundamente a terminar.

Pero la vida no se niega a seguir. Quiera o no, debo de terminar. Además, ya no falta tanto. Hace unos días bajé una información interesante para un trabajo. Se supone que mi objetivo es debatir la existencia de influencia de la cultura egipcia en las religiones judeocristianas. Hasta ahora lo que llevo de todo el trabajo es mi nombre y la palabra “bibliografía”, pero creo que va a ser algo más ligero que lo que hice de negociaciones.

Ahora ya es momento de empezar.

0 comentarios:

Publicar un comentario