Maldita lavadora 2 (falta el 1)


Me la pase pensando toda la mañana, esperando a que llegara el momento en que me dieran ganas de escribir cualquier cosa. Eso momento no ha llegado, pero como en este momento no tengo nada que hacer y por alguna extraña razón no me interesa si escribo o no, lo voy a hacer (en todo caso es mejor esa indiferencia que no tener ganas en lo absoluto).

No puedo con ciertas cosas en la vida. Son muy difíciles y suenan raro. No sé si hay comida en el refrigerador. Dios mío, la clase de cosas a las que ya me referí me hacen sentir como un tarado. Esta carta no tiene ninguna estructura ni sentido ¿Será un reflejo de algo? Ni idea. Es algo que quisiera averiguar.

No. Se ha vuelto mi palabra preferida de un tiempo para aca. La luz que entra en mi cuarto juega ¿Cómo demonios puede suceder eso? Ay no lo sé. Sube y baja, se oculta y vuelve a entrar. Cambia al mundo a cada instante y me baña en su color dorado. Del otro lado, una lavadora se está llenando lentamente. Parece que no va a acabar nunca. Lleva los restos del pasado y los lava. Como por arte de magia, en este mismo instante acaba de parar ¡Que exagerado soy!

Ya no hay tiempo para pensar, mientras pasa cada instante la presión se cierne sobre mí como oscuridad. Pesa mucho. Siento que la puedo oler. Me siento como un barco que se sumerge lentamente en un mar. Creo que voy a actuar como Nerón cuando se quemó Roma: tocando su lira y viendo lentamente como la destrucción se cierne sobre todo.

No puedo diferenciar si eso es cobardía, desesperación u otra cosa. Pero debe ser algo muy poderoso.

1 comentarios:

Khurupira dijo...

Daniel, cvada vez que te leo y te escucho me doy cuenta de que tienes razóin en todas y cada una de las palabras que emanan de tu boca... estás loco camaleón!

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