Hoy voy a tratar de escribir algo inspirado en el cadáver exquisito, a ver cuánto tiempo puedo seguir escribiendo sin un esquema definido. Empecemos. No me gustan los esquemas forzados. Trato de no forzarlos mucho pero no me sale. Ah, debo de empezar a esquematizar más las cosas. Mi alumna esquematiza más que yo. Me gusta la canción que estoy escuchando, es una canción que huele a queso. Quiero hacer un cuento corto. Este no es un cuento corto. Los sonidos del Messenger son constantes, tengo que contestar. Ya contesté, espero que en un determinado momento, no, no espero nada, porque ya pasó. La cumbia me gusta un poco, eso puede sonar a una confesión fuerte en algunos círculos. Vuelve a sonar el Messenger. Este texto está lleno de puntos. No se me ocurre nada, tal vez porque todo el día me he estado muriendo de sueño. Esto ya parece un diario. No me importa. Sigo escribiendo. Ah, tengo comezón y me rasco. Sigue sonando la música. Los polígonos de frecuencia son tan fáciles de entender como los triángulos acutángulos, ¿no? Es el tema de conversación actual: los triángulos acutángulos. Un grupo de ultraconservadores hicieron una magna manifestación contra Obama, mientras yo escucho música francesa y mi ventilador está en una silla viéndome fijamente. Tengo problemas con mi tema de tesis y con mis brackets. Sigo esperando comentarios en esta cosa, aunque no va a haber en mucho tiempo. Quiero fuentes, muchas fuentes. No me gustan las notas al pie de página, pero tampoco me voy a quejar tanto de ellas. Sigo sin escribir algo más coherente. El gato del vecino es un gato negro que maulla muy feo en la noche, yo lo veo y me pregunto tantas cosas de la vida de los gatos cuando lo veo que me termino cansando y me acuesto. Quiero un nuevo protagonista en esta historia.
Un nuevo párrafo, que felicidad. No lo puse en signos de admiración porque fue un sarcasmo. Ah, me gusta la música italiana. El gato negro del que hablé sigue en el mismo lugar, intacto, como si el tiempo no hiciera efecto en su ser. No me acuerdo de ningún buen adjetivo para describirlo. Daría 200 pesos en alguna moneda devaluada para saberlo. Tengo agruras y mucho sueño. El gato sigue ahí. Creo que sólo puedo escribir por encargo, lo que es paradójico porque me encanta escribir. Sé qué es la yuxtaposición, pero no me da la gana usarla; es que así me siento más natural. Mi puntuación es un asco y yo lo sé. El caballo de mi vecino no sé de qué color es. Nuestro idioma es hermoso. Ninguna de mis ideas tiene una relación de una con otra. Ya me duele el brazo por la posición que tengo.
El profundo pensamiento del que debería hacer presunción en este espacio desapareció. De un tiempo para acá no puedo hacer lo que hacía. Ya no sé si es el cansancio por la neurótica decisión que tomé en segundo semestre o una situación coyuntural en la que estoy inmerso, lo que si noto es que me ha afectado una fibra extraña en alguna parte de mi cerebro y mi organización. Mi libreta es un desmadre. Nunca he presumido de tener la mejor libreta ni la mejor letra, pero lo que está pasando ahora no puede ser, y además no me interesa. Ya no tengo el orden que solía tener y, a pesar de todo eso, sigo en pie hasta el momento en las cosas académicas, que de un tiempo para acá, aunque me pueden llegar a gustar y relajar (como está clase, y no es que sea un lambiscón, sino que es la verdad), la mayoría sólo me estresan y se me figuran como un trámite burocrático kafkiano (lo que sea que eso signifique). Me encanta escribir en este espacio, porque es mío. La derecha y la izquierda son los nombres que tienen mis brazos, y como soy estúpidamente ambidiestro, me confundo con ellos la mayoría del tiempo. Quiero regresar a tiro con arco, quiero regresar a mi pasado, cuando el sistema internacional y lo comida tailandesa se me hacían harina del mismo costal.
Nunca voy a escribir bonito ¿Y qué? A mí me gusta como escribo (sólo a veces). Hoy en la mañana no quería escribir, pero ahora sí. Tengo un trabajo ocasional que me gusta mucho, pero no tiene nada que ver con la carrera. Tengo miedo y tengo una playera blanca. Tengo unas tortugas o tenía. Tengo una visión intemporal de la historia donde lo que pasa hoy y lo que pasó ayer y hace mil años está en el mismo instante (eso lo leí en una lectura de África, pero es que así me siento). Siento que el mundo siempre ha sido el mismo y lo será siempre, y si no lo es ¿Qué más da? Al final, cuando no quede nadie sobre la Tierra porque la temperatura del Sol se haya elevado tanto que no permita la vida en el planeta (lo que pasara en unos miles de millones de años o tal vez en menos tiempo, la verdad no me acuerdo) No tendrá sentido nada de nada. El ser humano, no lo sé yo, pero no creo que sea eterno. No tengo ni la más mínima idea de cuándo nos extinguiremos como especie o si eso vaya a pasar, pero tengo una corazonada al respecto. Somos menos que nada en el universo. Ah, por eso me gusta la idea de Dios, me gusta Dios. Y me aterroriza el hecho de pensar que estoy asquerosamente solo en la creación y que no soy un instante de un tiempo que no se si ha sido infinito desde el principio, me tortura la cabeza no poder imaginar un espacio sin fin y no puede entender un motivo de una existencia sin motivo. No me puedo ver como un montón de materia apilada de una manera física que pasa a química, que pasa a biológica, que pasa a cognoscitiva y a filosófica, y a social, política, económica, personal y lúdica y que no deja de ser lo mismo que el principio: Una masa, un montón de átomos con el nombre de Daniel Eduardo y con una conciencia propia. No me da mi cabeza para entender que esa conciencia no es nada tangible o grabable, tal vez si expresable, pero que no tiene una existencia física y que no la tendrá nunca, que esa masa a la que me refiero (yo y mis meta discursos o lo que sea) es menos que nada o nada, y que ni la que tiene un estatus más alto en un orden social es nada. No sé de dónde apoyar mi tesis. Inclusive puede que esté profundamente equivocado al respecto de que no somos nada, porque ¿Cómo o con qué lo puedo medir? En el término más absoluto que mi subjetividad pensante me permite imaginar, lo absoluto es incognoscible a través de cualquier cosa, ni de la razón ni de la experiencia ni del sentimiento, el absoluto no “es” para sí, ni para casi nada de lo que lo rodea. Al menos para mí, las cosas sólo son al estar cerca de mi conocimiento: Sí, mi conocimiento como parte inanimada de mí, pero sin sentido porque es inexistente al absoluto físico que no tiene una existencia per se según un ente que tiene una existencia limitada por una naturaleza incomprensible.
Mi angustia es la siguiente ¿La conciencia humana depende de su naturaleza física para la identidad individual per se? No sé si lo dije bien, pero lo que quise decir es ¿Qué sentido tienen los actos humanos individuales y eternizables para un individuo de naturaleza dudablemente eterna que basa por lo general el motivo de su existencia en su misma experiencia? Digamos que no tiene mucho sentido hacer las cosas para uno mismo pensando en una inmortalidad que probablemente no existe para que al final la muerte esfume a ese individuo, para que no quede nada, para que desaparezca todo, digamos, el individuo. Sólo sigue la materia ahí, pero lo inmaterial ahora es, no sólo inexistente en el plano praxiológico de los demás entes fisícoquimicoeconómicopolítocosociales, sino que además, ya no puede expresarse en el absoluto del que nunca formo parte como tal. Por eso me gusta la idea de Dios, de un absoluto con conciencia de su existencia y benevolencia en el sentido que cada persona que lo idealiza lo entiende, un absoluto que pueda recoger en su existencia la inexistencia de las identidades caducas sin ente material que las produzca.
Me gusta Dios, aunque tal vez no existiera.
2 comentarios:
Me intriga saber qué canción huele a queso...la cumbia: tu placer culposo, aunque no le veo el por qué de la culpa; y eso de "tengo o tenia unas torugas" creo saber a lo que te refieres"
No inventes!!! Siempre lo he dicho
y lo seguire diciendo por mucho tiempo,
es un verdadero placer escucharte,
ahora: leerte...
De verdad... Me gusto...
Aunque la mayoria de lo que lei
no lo entendia, lo poco que entendi,
me agrado bastante...
★kRL!tºZz•★
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