Después de hacerme tonto yo mismo, si es cierto lo que decías, y también lo que decías tú: hay cosas irreversibles, y hay realidades que tendría uno que aceptar porque duele más hacerse una idea que no tiene nada que ver con la realidad. Al menos ahora estoy en esa encrucijada, y es difícil ver la salida. Ni siquiera puedo buscar culpables, porque no los hay, simplemente son circunstancias adversas todas, aunque la verdad es que me pone triste el hecho de ser más un títere de las circunstancias que yo mismo elegí y a las cuales estoy atado que alguien que pueda decidir.
Me va a doler mucho cuando tenga que pasar lo que tiene que pasar, esas cosas “irreversibles” e “inevitables” de las que tanto hablas. Durante tanto tiempo has sido mi razón, y de pronto ahora aparece un horizonte en el cual no estás, o al menos no de manera física. Ahora son otras cosas, ahora todo es diferente, y es feo saber que además de que no se puede evitar el destino, ni siquiera se puede aprovechar el tiempo que falta para tratar de hacer el dolor menos profundo e intenso.
Esa es la palabra del dial: intenso. Tal vez estoy siendo muy intenso en lo que siento o digo, pero no encuentro otra manera en estos instantes de decir, sentir y hacer las cosas. Todo tiene que pasar, todo tiene que suceder en el mismo instante, todo como una de esas tragedias griegas donde los hombres son víctimas de los caprichos divinos, y donde todo se resuelve por un deus ex machina. No quiero eso para mí, quiero controlar al menos el poco tiempo que queda, pero es imposible, al menos a la manera como quiero. Y bueno, el dolor es algo “inevitable” (tú y tus frases de novela).
2 comentarios:
¿Todo bien? Debo decir que lo que escribes me encanta, es decir, como lo haces. Espero que todo este bien, un abrazo!
me encantooo como narras lo que te pasaa!!!! (Y)
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