Bueno, al fin y al cabo me vale madre estar hablando de las relaciones sociales y los grupos, eso solo era un ejemplo o introducción. lo que en verdad me interesa es mencionar una de las desventajas más evidentes de la vida moderna (aunque, en cierto modo, parece una ventaja), es decir, el exceso de estímulos.
Actualmente vivimos en un mundo sobreestimulado y conectado: desde que la persona se levanta hasta que se duerme, su percepción está llena de estímulos de todo tipo. Si bien siempre ha habido una cierta cantidad de estímulos naturales y sociales, con la llegada de la modernidad (y de la posmodernidad) estos se hacen cada vez más y más y más y más artificiales e invasivos. Vamos, no nos hagamos tontos, desde que abrimos los ojos a la primera hora de la mañana, tenemos un despertador, una televisión que nos dice las noticias, los ruidos de la ciudad y la gente, los carros, los aviones, las campanas de las iglesias, el metro, la música en el reproductor, en el celular o en el microbus, los anuncios publicitarios por todos lados, las camisas llenas de mensajes, los sms del celular y las llamadas, el internet y la inmensa cantidad de información en la red, los dispositivos móviles de acceso a banda ancha, la radio y las publicaciones.
Parece imposible aislarse de esa inmensa cantidad de estímulos. Obvio no propongo que todos nos volvamos unos malditos ermitaños locos y nos vayamos al desierto; sin embargo, sí hay algunos cosas que quiero decir.
En primer lugar, cada vez es más difícil tener la mente despejada, y bueno, es que siempre hay algo en lo que pensar o algo que nos eche a andar la imaginación de una u otra manera. Otro aspecto a subrayar, (completamente relacionado) es la inmensa dificultad de relajarse y reflexionar las cosas de manera serena. Somos de una generación que piensa todo y nada a la vez. Y la que más me preocupa: los estímulos excitan la mente, eso es indudable, pero ¿qué clase de estímulos son y que es lo que excitan en la mente, que provocan?
A como yo lo veo, esa cantidad de estímulos a los que está sujeto el individuo , y que de manera inevitable modifican e influyen en su comportamiento de manera importante, pueden llegar a tener una carga negativa en varios aspectos. Es indudable que inducen al consumismo, al individualismo, al nihilismo y a cierto egocentrismo que dejan al individuo inmerso en el círculo de la envidia (según el doctor Morris Berman). Eso, a la larga, genera individuos insatisfechos, familias disfuncionales, sociedades frías y conflictivas, estados fallidos y una gran lista de cosas que son más que conocidas para nosotros.
Ya dejándome de tanta madre, creo que hoy estoy algo sentimental.
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